Día 17: Oviedo

Esta semana viajaremos hasta Oviedo, que es una ciudad en la que se merienda. Ahora que en muchos lugares del mundo se está perdiendo esta tradición, Oviedo es una buena oportunidad para comer un chocolate con churros a media tarde. O atendiendo a la repostería local, unos dulces de almendra y yema que llevan el nombre de carbayones . Ah, y si quieres decir aquello de “Yo me comí a la princesa” pide unas Letizias. 
En la Catedral de Oviedo  se encuentra el Santo Sudario con el que se cubrió el rostro de Cristo. Está en la Cámara Santa de la Catedral junto a la Cruz de la Victoria con la que supuestamente Pelayo atizó a los moros en la primera batalla de la Reconquista. Cuando lo escuches algún día en un programa de Iker Jiménez podrás decir que tú ya estuviste allí.

. Oviedo está llena de esculturas, facilonas aunque graciosas e imprescindibles como la de Woody Allen y otras con pretensiones más artísticas como el Culis Monumentalibus de Úrculo frente al Teatro Campoamor.

El mercado en Fontán. Los fines de semana es la zona más animada de la parte vieja de la ciudad. Al mercado tradicional se le unen puestos de ropa y en la plaza porticada te puedes tomar unas sidriñas mientras recuerdas las obras que se representaban antaño.

En Oviedo arranca el Camino Primitivo, entre montañas y aldeas y alejado del trasiego molesto de miles de peregrinos que abarrotan el Camino Francés. Los que han decidido llegar a Santiago por esta ruta sólo hablan maravillas de ella. Fue la senda de la primera peregrinación a Santiago, la que pateó Alfonso II el Casto en el siglo IX hacia la recién descubierta tumba del Apóstol..

Pasea por el campo de San Francisco. Es el parque del centro de la ciudad. Los lugareños lo conocen como el Campo y los horteras dirán que es el “pulmón de la ciudad”.

Para lo que hay que acudir, aunque no irremediablemente, al Bulevar de las Sidrerías, sobrenombre de la calle Gascona. Sidrerías a uno y otro lado. Mucho comensal foráneo pero también local. La sidrería Asturias y la del Ferroviario entre lo más destacado.

Hotel La Reconquista. El hotel del que todo el mundo habla en Oviedo. Es la sede de los Premios Príncipe de Asturias y aquí se aloja Woody Allen cuando visita la ciudad. 

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